Fluviales y ETACER: Continúa el mal servicio
Las terminales de Paraná y Santa Fe acumulan constantemente largas colas de gente porque el servicio es insuficiente. Las colas para sacar el pasaje normalmente llegan a ser de entre 30 y 50 personas, mientras que aquellas para subir al ómnibus superan las 60 personas, número que no puede ser transportado por un sólo ómnibus. En resumen, aquellos que llegan a la terminal deben pasar por un promedio de 100 personas para poder subir al vehículo. Una verdadera locura por la pérdida de tiempo que eso significa.
Aquí los perjudicados son los estudiantes y trabajadores que viajan diariamente entre ambas ciudades. Las paradas intermedias, tanto en Paraná como en Santa Fe, son inútiles, porque los ómnibus salen completos desde la terminal, por lo tanto aquella persona que vaya a la parada no podrá subir jamás, salvo que tenga suerte y justo algún ómnibus tenga algún que otro lugar vacío. Producto de esta «vergüenza de servicio», muchos estudiantes y trabajadores se ven obligados a dirigirse directamente a la terminal de la ciudad, valiéndose por sus propios medios, ya sea caminando, en colectivo o en taxi, siendo estos dos últimos un gasto más. O en ocasiones, teniendo que hacer ambas cosas, colectivo urbano y caminar luego. Y aquellos que tienen que caminar en muchos casos deben atravesar calles no muy agradables temiendo por su seguridad. Todo este «viajecito» de la casa de la persona hasta el lugar de estudio o trabajo, termina incluyendo, en gran parte de los casos, un colectivo para ir hasta la terminal, un colectivo interurbano y un colectivo para llegar al lugar de destino, todos los días.
Los estudiantes llegan tarde a las clases pese a todo el tiempo que pierden y los trabajadores terminan duplicando el tiempo de viaje. Todas estar personas son víctimas de un mal servicio que no se corrige y del cual son los únicos perjudicados y sin posibilidad de hacer algo, por las «buenas». Tal vez estos empresarios y el mismo gobierno esté esperando que todos los viajeros se cansen y vayan a cortar la ruta o hacer algo similar, porque a nadie le importa de los jóvenes estudiantes, futuros profesionales del país.
Mientras ocurre todo esto, las empresas Fluviales y ETACER se jactan diciendo que «agregaron refuerzos», cuando son los mismos colectivos que «quitaron» varios meses atrás para poder «ganar más dinero», transportando a los jóvenes parados y todos apretados, con el peligro de chocar en la ruta y provocar un accidente catastrófico. Pero a nadie le importaba esto, «porque no pasó».
Sólo queda que la gente siga denunciando en la CNRT a estas empresas para mantener informado al organismo, hasta que Fluviales y ETACER cumplan con el servicio como corresponde y sean sancionadas si continúan con sus incumplimientos.